DEAR DIARY... 👑💜
👑 DEAR DIARY...🌌
20/03/20
Aún voy a las clases de psicología, sí, así es, terminé pero sigo asistiendo...
Estabamos retomando el cómo es tratado cada paciente según lo que se tenga que atender -evidentemente-; y es cuando lo escucho, el primer maldito comentario machista de los que cualquiera llama "compañeros", y una vez que se empieza a discutir un tema, tengo que soportar a Javier-un optimista idiota- haciendo comentarios dirigidos a Daniela-que es una de las que pone el debate en la conversación-, cosas como "Ay, vete a cocinar", por Dios, que carvernícola, pensé.
Era el inicio de un largo día, y ya tenía a un imbécil de 22 años balbuceando.
La clase terminó después de que participé innumerables veces, ya que nadie sabía lo suficiente. Ahora me quedaba ir a casa a torturar a ese fenómeno, cómo alguien así era mi progenitor? No me lo explico en realidad...
En el trayeco decido tomar el transmilenio, porque sabemos lo que los malditos hombres depravados piensan para justificar su asquerosa y enfermiza "satisfaccion inmediata", verdad? Excusas como que es un espacio pequeño, fue sin querer, te toque demasiado?, que rica estas!, más susurros que me hacen querer exterminarlos a todos de una vez. Era un pensamiento imán, ir al transmilenio era un pensamiento imán. Mi mente no sabe cómo reaccionar, en serio no, de hecho, no lo ha hecho durante bastante tiempo, y lo que no hace ella rápidamente, mi parte corporal la realiza. Creo que ya me acostumbré a no diferenciar el bién y el mal -como mi mente parece querer hacerlo-, según la sociedad. No es así, cuerpo? ;)
EL CASO, tomé el bus, y... ¡Bingo! Ya había identificado a 2 adultos que perderían su vida por simplemente actuar como las mierdas que son, y por existir.
Los seguí a cada uno... al primero lo extrangulé con mi cola, supremamente lento, para que se percatara de que cada vez, la respiración le iba a costar aún más, y viera toda su vida desvanecerse por algo que pensó que "sólo fue un impulso", yo lo fulminaba con la mirada, pero a la vez sonreía, y pensaba... uno menos, uno que no volvería a ver la luz del sol, sólo el rojo del infierno, quizás ni eso.
El segundo olía a alcohol, antes había manoseado a una niña, así que lo que le esperaba era muchísimo peor, y no lo sabía todavía...
No iba a utilizar mis colmillos, así que busqué una cuchilla de afeitar en su apartamento-más específicamente en su baño-, cuando lo encontré, lo inmovilicé con mi cola y le pregunté cuántos años tenía y cuántos años creía que tenía aquella niña, finalmente escupió las respuestas, y le dije que multiplicase esas cifras, porque ese producto sería el número de cortes que le haría por las venas que se me dieran la gana. Y así fue! Pronto llamarían a la ambulancia sus vecinos, imposible que no se dieran cuenta de la laguna llamativa roja en el suelo, lastima que ya sería demasiado tarde.
Llegué a mi casa, alardeé un poco en mis redes sociales respecto a mis notas, ORGANICÉ POR ENÉSIMA VEZ MI CUARTO, y es que odio que mi cama tenga una sola arruga, o que un lápiz este en mi escritorio cuando debería estar en mi cartuchera. Anyway.
Estaba verdaderamente cansada, pero no era razón suficiente como para ignorar a Diego. No tenía demasiada imaginación, así que hice lo primero que se me ocurrió, prenderle fuego. Tuve que sacarle algo de gasolina a mi auto para echarsela encima a aquel hombre, aquel hombre implorandome que parara, sólo negué rodando los ojos, llevando a cabo lo anterior. En menos de 1 hora ya estaba rostizado y había tenido que escuchar sus gritos de cobarde. Mañana lo reviviría por milésima vez, me recordé.
Por fin acababa el día, comí algo de granola y finalmente me acosté.
Sin previo aviso salió una lágrima proveniente del ojo izquierdo, posterior a la que salió del derecho... por qué tenía que hacerlo yo? Por qué no sólo dejaban de existir todos aquellos que me atormentaban? Efímeros... esa era la palabra que los definiría, efímeros. Efímeros, como el típico mosco, que no dura ni 2 días en tu cuarto antes de que lo estripes.
Además... haga lo que haga ella no volverá, ya no puede, y ya no puedo hacer nada. Mi mamá murió, Valeska, MURIÓ...
Ni siquiera me di cuenta de que bajaba al sótano de nuevo, a las casi 2 de la mañana, para volver a ver su cara y revivirlo otra vez, y después... volver al bucle del que no podía salir mientras estuviese en mi celda, mientras fuese el culpable de mi vida, del cómo se había vuelto y de la infinidad de preguntas que me surgían respecto al por qué en la raza humana estaban incluidos los hombres.
21/03/20
Es la una de la mañana... y no puedo cerrar los ojos, juro que no puedo, no quiero siquiera intentarlo una vez más...
Me siento asfixiada, asustada, y no por la oscuridad, no por estar sola, si no por volverla a ver así, en esas malditas pesadillas que no salen de mi mente, y que hoy se manisfestaron como la típica maratón que hace x programa. Mi corazón estallará en cualquier instante por lo rápido que late. Yo... yo no puedo verla así una vez más, y me pregunto... ¿por qué tenía que existir el sueño? ¿Por qué el cuerpo necesitaba recuperarse? ¿Por qué mi cerebro no quitaba las imágenes de ella si estaba tan cansado? Y finalmente... ¿por qué me acordaba de todo lo que había sucedido en aquellas malditas pesadillas, cuando se supone que existe una mayor probabilidad de no recordar nada? ¿Por qué en ese aspecto me sentía tan extracurricular?
Fuera esta lloviendo, el sonido de la lluvia es como una melodía tranquila que interrumpe tus pensamientos para que por un momento, los detengas y te percates de que cada gota en una superficie diferente, se puede llegar a escuchar si prestas algo de atención. Observo el ventanal en el techo, y mi corazón empieza a estabilizarse. Piensa en la lluvia Valeska, solo en ella, me repito.
Comienzo a sentir que cada gota de esa misma lluvia, es una lágrima que cae, mis lágrimas... y no soy capaz de detenerlas, son abuntantes y ligeras, recorren mis mejillas, algunas desenbocan en mis labios y otras llegan a mi cuello...
...
-POR QUÉ MIERDA NO HAY COMIDA?-Diego le decía a mi madre.- Que seas una loca y una maldita enferma mental no te quita tus putas obligaciones! -Le había dado un fuerte golpe en el estómago y después de caerse al suelo, sus quejidos parecían ser claramente inaudibles.-La próxima vez que llegue y no estes haciendo nada, te juro que la botella de vino terminará en tu cabeza.
No podía contener la respiración, la lluvia se intensificaba al igual que mis pensamientos respecto a esos flashbacks, que mis lágrimas. Ya estaba temblando aterrorizada, mis uñas se empezaban a enterrar en mis palmas.
-¡Levantate maldita sea! -La tomó bruscamente del cabello y la agitó con fuerza antes de que se pudiese parar.-Te contaré que acabé de estar en una residencia, igualmente lo olvidarás, no es así? -Bebió un sorbo de su cerveza.-En fin... contestame algo -Mi madre apenas y podía sollozar.-Ah no hablaras?, que tal si mueves el culo para mí? -Diego la volteo, se quito el cinturón, y le empezó a dar correazos, asegurandose de que la parte de la evilla se estampara contra su piel.
Inconscientemente ya me había puesto de pie, y empecé a golpear la pared, ella era mi saco de boxeo, mis nudillos comenzaban a sangrar y mis lágrimas empezaron a detenerse. No me percate del tiempo, ya no importaba la lluvia que se había convertido en una tormenta, ya no importaban los truenos o los relámpagos, ya no importaba una mierda.
Tome unas cuantas botellas de vidrio que guardaba en la cocina y bajé lo mas rápido que pude al sótano, y lo desperté.
-¡Levantese! -El hombre asustado se puso en pie.
Boom. Primera botella en su cara, segunda, tercera, cuarta. Ya habían pedazos de vidrios en sus ojos, él gritaba y gemía de dolor, y eso me impulsaba más a continuar. Quinta, sexta y séptima botella.
Diego escupía sangre y su respiración era menos agitada, todo lo contrario a la mía. Me acerqué a su oído antes de que muriese y le dije...
-Comprometiste tu maldito futuro, Diego. Tu y la sociedad alimentaron mi transtorno, enfermaron mi realidad. Y por no despertarme antes, caí en un bucle irreversible, y sin retorno.
25/03/20
La contemporaneidad es patética, realmente patética, no digo que no sea mejor que las anteriores generaciones, pero es radical y simplemente patética. Lo anterior se lo comentaba a Daniela, sólo que hoy no pensaba en otra cosa más que en besarla cada vez que la miraba. Estoy segura de que ella no había notado que me encantaba, porque no suelo ser tan evidente, no, en definitiva no lo soy.
Sus respuestas eran pasivas-agresivas a cada cosa que le decía, que le informaba, que le explicaba o lo que fuese que balbuceaba. Es de esas mujeres cultas -y lo notas casi al instante- tan sólo con que te responda cualquier cuestión, insignificante o no. Es de las que se destacan en la clase por tener dudas, y por querer debatir a partir de ellas. Y a veces, puede ser la chica más callada, hasta el punto en el que piensas que ni siquiera esta allí. Sólo que yo soy una excepción a lo anterior, sabría si alguien como ella faltase. No la conocía lo suficiente, pero amaba hablar con Daniela, asi fuera del cielo, del piso, o de la luna.
Por otro lado, se preocupaba por cada pequeñez, me decía, "tienes los párpados hinchados, estas bién?", "Tus nudillos... todo en orden?", "Quieres hablar?".
Yo sinceramente sentía que me estaba enamorando. PERO NO VAYAMOS TAN RÁPIDO. Ese pensamiento cruzó mi mente por unas milésimas de segundo, hasta que me recalqué un 'todo' casi de inmediato, aclaré las cosas porque ya me estaba ilusionando por algo que evidentemente no pasaría, porque ponte a analizar...
Yo no podría ocultar lo que soy, no podría esconder mis instintos, mis impulsos, aquellos pensamientos que puedo llegar a soltar a boca jarro, es decir, directamente, y quizás, y sólo quizás, mis secretos no estarían en su perpectiva, no estarían catalogados como algo "bueno". Y ahí hay un enigma, ¿Qué es bueno y qué es malo? Para mí todo cruza su límite, hasta tal medida que ya no distingues entre lo que es políticamente correcto o no. En realidad no lo diferencias, o por lo menos, yo ya no sé cómo, las personas hacen y deshacen. Y si te pones a considerar verdaderamente cada situación como si la estuvieses viviendo tu, verás que hay algo bueno en un psicópata, y hay un demonio en cada persona que se clasifica como 'normal'. Mi principio básico es generalizar, pero sólo respecto a meter a los hombres en una misma bolsa. Only for that way. En cuanto a otros aspectos, es complejo llegar a hacerlo, y ahí, llegas a un otro punto muerto. Intenta hacerlo, intenta ser como Sócrates, y responderte sin ser él, no caigas en la contradicción. Lo ves? Punto muerto. Ni bien, ni mal, sólo ideas distorsionadas.
Volviendo al tema... mhm no, no podría esconderlo todo bajo el tapete y vivir una vida plena junto a ella, tal vez la ame tanto hasta el punto en el que dejaría mi vida de feminista a un lado, si así lo quiere, pero ahora aquello no iba a suceder, y no pasaría mientras estuviese en mis cabales. ¡NO! No pasaría aunque me muriese por ella. No parece la clase de persona que lleva una vida extracurricular, no parece una persona con un pasado traumático, no parece una persona con ideas distorsionadas, no parece una persona agnóstica, no parece una persona transtornada, ni obsesiva, ni compulsiva, ni nada común con mi esfera de conclictos, de mi historia, de mi triste estructura narrativa.
Daniela vuelve a la mesa con las onces, y me agita un poco, preguntadome si me siento bién, estaba tan sumida en lo anterior que fue como si rebobinaran todo, y volví al pensamiento de querer besarla. No seas impulsiva, Valeska, no lo seas.
Justo después de comer, le dije que me acompañase a una cafetería, ella sonriente asintió y me siguió, no tenía ni la mas remota idea de lo que estaba por hacer, mi corazón se iba a salir de mi pecho sólo por tener la necesidad de que me correspondiera en ese momento, ¿Y si ella era la luz en mi oscuro camino? ¿Y si ella es? Nada como hacerme preguntas existenciales estúpidas e impulsivas, como lo que estaba a punto de hacer.
En el trayecto dirección a la cafetería, pasamos por un callejón, es el momento, me dije.
-Daniela... la contemporaneidad es patética. -Me acerqué y podía respirar su aliento, ya no podía contenerme, así que la tome de la mejilla y junté mis labios con los suyos, callando cualquier tipo de ilusión fugaz, reemplazandola con un momento. Solo con uno...
25/03/20
Depresión... mhm, las últimas dos noches, además de entregar trabajos como loca, había intentado analizar esa misma palabra, de hecho, estaba conteniendome para no dejarme llevar por los impulsos de hacer pedazos a aquellas personas que me veían de negro, con maquillaje acorde y me gritaban "¡DEPRESIVA!". Me pregunté... ¿Por qué mierda eran tan superficiales? Malditos aldolescentes estúpidos e idiotas, pensé.
Ahora son las 11 de la noche, y es cuando me percato de que mi sensibilidad-vulnerabilidad, sale por fin, para manifestarse en su máximo explendor. Vamos a tratar la palabra 'depresión', como si fuese uno de mis pacientes, y aún así, considero que es más pertinente enumerar infinitas cosas que me encantaría responderles a esos huecos jóvenes.
1. La depresión no es un término que debas tomar a la ligera, la definición desde mi perpectiva, es no poder vislumbrar ningún futuro y no tener respuesta para ninguno de los problemas de tu maldita vida.
2. Ir de negro no significa tener depresión imbécil, cuando tienes depresión sientes que eres como un fantasma… que no eres parte del mundo real. Es como ahogarse, excepto que puedes ver que todo el mundo a tu alrededor está respirando con normalidad a diferencia de ti. Y lo único que puedo hacer al respecto, es evitar que otras mujeres la tengan. Evitar que su vida cambie a peor, y sólo tengo unas milésimas de segundo para lograrlo.
3. El hecho de que la depresión sea un lugar "oscuro", hace referencia a que es una esfera de la que no se puede escapar. Es como estar encerrada en una habitación sin luz, ni ventanas, ni puerta. No hay salida para tu celda, no hay salida en tu mente.
4. La depresión es la incapacidad para construir o imaginar un futuro. No poder imaginarmelo con Daniela ni con nadie, porque todo se trata de mí, todo se trata del curso que lleva mi vida, y de la realidad en la que existo, en la que para nadie, soy un ejemplo a seguir.
5. Deslizarse en una depresión es como caer en un pozo sin fondo, simplemente es un daño irreversible, y te preguntas si alguna vez terminará aquella caída, porque cuando miras hacia atrás, a desde donde caíste —y que es donde tienes que ir de vuelta— puedes ver cómo se va alejando en la distancia, esa famosa luz cliché que se hace más y más tenue, mientras que el pozo en el que estás cayendo se hace más profundo, más oscuro y te envuelve cada vez más, casi por completo.
6. La depresión se roba tu confianza y empiezas a sentir que nadie te merece, empiezas a sentir que Daniela no te va amar por tu maldito pasado y por todo el paquete que viene contigo. Y tambien piensas en que Valeria no estaría nada orgullosa de ti.
8. Te sientes sola, pero no en el sentido literal, es esa soledad indescriptible, la laguna mental en la que vives ahogada, y te sientes completamente pérdida. Estás debajo de un suelo de cristal, gritando y golpeando en él, para intentar captar la atención del resto del mundo que sigue sus vidas sin ti. El problema es que nadie puede oírte y ni siquiera saben que estás atrapada allí. Es como en aquella pesadilla en la que gritaba a todo pulmón que me ayudarán, porque me estaba desangrando, sin embargo, nadie decía ni hacía nada, porque no podían oírme...
9. La depresión es un estado en el que nada parece ser normal y donde eres incapaz de pensar o tomar decisiones y, a pesar de lo anterior, tienes que seguir haciendo todas esas cosas. Tienes que seguir matando a los que son peso muerto para la sociedad, una sociedad en la que solo debieron existir las mujeres. El carrusel no para de girar... acéptalo, tienes que seguir de todas maneras, porque no puedes decepcionar a nadie más...
10. Emociones múltiples: miedo, desesperación, vacío, insensibilidad, vergüenza y una incapacidad para reconocer la persona que pudiste ser, porque Diego ya cagó tu pasado.
11. La depresión es como tratar de respirar mientras estás envuelta en alquitrán. Y te hace fingir, te hace sonreír cuando quieres desparecer, cuando todo a tu alrededor se desvanece... o bueno, ¡sorpresa! Ya se había desvanecido.
12. Estar deprimida es como tener una visión de túnel, independientemente de cómo vaya tu vida, te hace sentir miserable y abrumada sin motivo aparente. Y si no tienes en que ocupar tu mente, estas realmente perdida. Y tu cordura es propensa a irse a la mierda.
13. Es un cáncer del alma. Es una tortura. Es como vivir entre la niebla todo el tiempo, un mundo sin color, sólo un grisaseo indefinido.
14. Cuando te miras al espejo, sólo ves los ojos de una muerta. No hay chispa. No hay esperanza. Te preguntas si conseguirás existir un día más. Es intentar mantener tu cabeza fuera del agua cuando te llega por la nariz... te vas hundiendo, y no eres capaz de nadar.
15. Dormir es la única escapatoria para el dolor, pero sin incluir las innumerables pesadillas en las que la veo así...
Es como ser la reclusa y la carcelera al mismo tiempo.
16. Sólo quieres levantarte en un campo y gritar hasta que tu cabeza pueda detonar de una vez por todas, porque tu mente ya ha estado paralizada... y tiene que estallar en algún momento.
17. La depresión es silencio, es un silencio caótico, en el que todo es todo, y la conclusión es un punto muerto.
18. Para el resto del mundo es como el agua total y completamente pacífica, pero hay un tsunami rugiendo por debajo de la superficie y no puedes ignorarlo para siempre.
19. La depresión es mil veces peor que el dolor físico, y así tus nudillos se vuelvan mierda por algo que no cambiará, no hay dolor, no existe dolor físico. Pero lo que si existe... es un bucle interminable.
La depresión es despertarme deseando que ojalá hubiese muerto mientras dormía.
A los 19 años pude controlar el rumbo de mi vida.
Desde esa edad, tengo el pensamiento de que puedo hacer algo más, algo más para no perderte por completo.
Pff, como si te pudiese recuperar mamá...
25/03/20
Supongo que tú estas... en algún lugar. O bueno, ni siquiera sé eso, me aterra el hecho de que te pase algo, o de que te haya pasado algo. Y que ya no estes en aquel lugar...
Yo? Yo estoy aquí, escribiendo... porque es lo único que me sale hacer cuando pienso en ti, que es casi siempre.
Mamá...
Te amo, te amo demasiado y nunca te dejaré ir, nunca dejaré de pensar en ti. No tienes idea de todo lo que ha pasado...
Todo es tan irónico e insignificante al final... mhm, ya te había dicho que gracias? Gracias por cuidarme y por amarme.
No sabes cuánto me arrepiento de dejarte ir, de pagarte como lo hice, porque jamás podré perdonarme por aquello...
Mi estado? Es un estado crítico... hoy es miércoles, y es uno de esos días en los que duro casi 2 horas en el baño duchandome.
Y... cuando resbalan lágrimas por tus mejillas en un lugar en el que sabes que no te escucharán sollozar y en un espacio en donde evidentemente sólo estas tú... simplemente te... te duchas, y las gotas de agua camuflan aquellas de sabor salado que salen de forma constante de tu maldito ojo. Es curioso, no? A mi parecer, es un hecho llamativo. Puede llegar a ser una referencia física realmente extraña que indica que hay más mierda de sonde salió la principal. No es así?
No puedo... lo único lógico que me sale decir es... "no puedo". Que se resume en no puedo olvidarte, ni mucho menos superarte, no puedo dejar de pensar en cosas como "y que habrías hecho en x situación?", no puedo controlar mis pesadillas, no puedo dejar de recordar cada pequeñez...
Pero sabes lo que si puedo hacer? Liberar a las que no pudieron en su momento y ahora... juro que los haré pagar por cada cosa que le hagan a una mujer. Yo... yo no seré una mujer libre mientras haya una sometida.
Y cuando termine de escribir justo lo que estoy plasmando, iré al sótano, a seguir demostrandome a mí misma que no puedo cambiar nada, y que tendré que vivir así por el resto de mi vida.
Tal vez si existan razones suficientes... patética contemporaneidad.
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